NUESTRA SEÑORA DE LAS NUBES: EXTRAÑAR UN PAIS TAN PERVERSO
Por Gustavo De La Peña Aviles
El montaje de Multicultural Sonora nos presenta algunos de los temas incomodos de la sociedad, de esos que aunque sabemos que existen y forman incluso parte de nosotros, no los queremos ver y se esconden debajo de la escalera, en lo mas profundo del fondo para que no salten a la vista. Nuestra Señora de las Nubes parecería ser un apacible caserío de techos de tejas bañados por la luz de la luna llena, pero el pueblo encierra un secreto que la abuela Irma va contando a través de una red que atrapa a Meme, un atolondrado muchacho que termina por padecer las consecuencias de varias generaciones de sangre revuelta, pues en la comunidad las distintas familias que viven alrededor de la plaza comparten el mismo tronco, todos proviene de una unión pecaminosa entre un padre y una hija que se negaba a casarse por temor de que vieran sus manos limpias u olieran el aliento de su boca.
El argumento encajaría perfectamente en
varios de los poblados de América Latina y especialmente en la region norteña
de nuestro país y sin lugar a cuestionamientos nos lleva a recordar el revuelto
árbol genealógico de los Buendía, la dinastía retratada en Cien años de soledad
del Nobel colombiano García Márquez. Particularmente en la zona serrana del municipio
de Los Cabos los matrimonios entre familiares fueron muy comunes, en parte por la
escasa población en esos años y el aislamiento geográfico de la península. Otro
caso similar seria el de las monarquías europeas, especialmente la de los Habsburgo,
que justamente termino sin descendientes por las marcadas deformaciones y
problemas físicos que fueron padeciendo sus integrantes, llegando a su fin con
Carlos II.
Sobre el escenario, que de forma novedosa
fue compartido con parte del público que tomó asiento alrededor del espacio
donde se desarrolló la obra, también se expuso el destierro y el exilio, por lo
que constantemente se escucho el cuestionamiento “¿De qué país es usted?”. Oscar
y Bruna no tardaron en responder que de uno donde no dejaban salir por las
noches, ni siquiera en las de luna llena, por lo que los vecinos tenían que esconderse
aunque la abuela los instigara a no temer al soldado armado. También coincidieron
de que en su nación los jóvenes eran muy enamorados y lanzaban piropos por las
calles, y que había (malamente) dirigentes mezquinos y corruptos que solo actuaban
bajo su beneficio e interés, pero también en ese país donde la esposa llevaba a
su esposo, el director de la orquesta, tortilla de papa para el almuerzo. En esa
patria se perdieron tantas cosas, buenas y malas: la virginidad, las estrellas,
la memoria, las ilusiones, las líneas que conectan con el pasado, pero aun así
es imposible no querer y añorar el lugar de donde uno es.
La obra de la compañía sonorense -aunque
un poco larga de tiempo, pero con actuaciones excepcionales y musicalizada en vivo- fue fuertemente aplaudida por el publico asistente del
Foro Vasconcelos de Casa de la Danza, que nos esta acostumbrando a las
funciones de los fines de semana que son posibles gracias al Circuito Nacional
de Artes Escénicas Chapultepec, que lamentablemente esta pronto a terminar,
pues ya solo quedan dos compañías por presentarse el 23 y 30 de marzo, por lo
que es preciso ratificar la invitación del maestro Marco Vasconcelos de seguir
asistiendo al teatro y con nuestra presencia continuar dándole vida a estos
espacios culturales.
Multicultural Sonora presenta NUESTRA
SEÑORA DE LAS NUBES
Autor-Arístides Vargas
Dirección artística-Dettmar Yañez
Productora general-Beatriz Salas
Musicalización-Benjamin Salas
Técnico de audio e iluminación-Nicolás
Rivera
Diseño de escenografía- Edgar Zendejas
Diseño de difusión-Maribel Avila
Fotografía-Gabino Guerrero
Director administrativo-Benjamin Salas
Director general-Francisco Verú
Producción-Multicultural Sonora
Intérpretes: Kelly Ke (Bruna), Edgar
Garalt (Oscar) y Benjamin Salas (Soldado).
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