BALANCE: LA TENSION JUSTA

Por Gustavo De La Peña Aviles

Como un preludio de la historia, una delgada figura masculina comienza a recorrer el escenario vacío, que totalmente iluminado, nos permite ver el gran tamaño de las instalaciones del Foro Vasconcelos. El hombre hace gala de la elasticidad de su cuerpo y tranquilamente, emulando las danzas del oriente, danza como si no hubiera nadie mas en el espacio, solo él y la torre de bocinas de donde sale la música. Todo es sobrio, su vestir, los colores y hasta el cuerpo del bailarín que no mira a nadie ni nada, su vista no encuentra concentración hasta que aparece en escena su compañera, que en contraste viste llamativamente, de chaqueta roja y un mono blanco con botas negras y que se mueve ágilmente en un ritmo diferente, pues su música consume la de su compañero, que sin pelear termina sentando a un costado.

Ella baila sin importar si causo molestia, es como esas ocasiones en que el vecino pone su música a todo volumen sin pensar si incomodara a los que viven alrededor. A mi me ha pasado algunas veces, sentirme molesto por las canciones de los vecinos , pero también escuchar cómo me gritan porque le baje a la bocina. Porque la música, cuando se vive y siente, nos apartar de todo, nos lleva a otro planeta de elevadas fronteras.

En esta obra se encuentran dos mundos, dos cuerpos, dos corrientes de sentimientos y podríamos decir que dos amantes que se enfrascan un una pelea, en la lucha por quien decide el playlist en el celular, en esa disputa por tener el control de que rumbo tomar. Los dos bailarines no quieren separarse, incluso intentan atarse con un delgado lazo que se tensa cuando surgen los reclamos y ella abandona el escenario para buscar refugio en la oscuridad de las butacas. Hay incertidumbre en el ambiente, lo sentimos todos los que estamos presenciando la discusión, la separación de la pareja que no logra ensamblar el álbum de la vida diaria. Pero a pesar de todo, de los roces y las ataduras, de esos intentos por permanecer juntos y la pasión desbordando de los cuerpos reunidos, es inminente la separación.

Este primer fin de semana de febrero lleno de teatro, danza y títeres del Circuito Chapultepec en el Foro Vasconcelos fue posible gracias a los continuos esfuerzos de sus anfitriones los maestros Marco Antonio Vasconcelos y Elea Casiano, quienes integran junto con los bailarines Héctor Santiesteban y Victoria Lomelí, la compañía de Arrobadanza, que el año pasado celebro 25 años de brindar a la comunidad de Cabo San Lucas el arte que nuestras almas tanto necesitan.

 

PROYECTO LAN presenta BALANCE

Dirección: La intrusa. Virginia García / Damián Muñoz

Creación e interpretación: Katya García, Eric Soto (LAN), Virginia García, Damián Muñoz (La Intrusa).

Vestuario: Ana Tichy, La intrusa

Iluminación y puesta en escena: La intrusa

Producción: Cane (Nuria Canela)

Coproducción: Iberescena, Danceinc, La intrusa

Dramaturgía: Virginia García.

Música: Varios artistas: la pieza se maneja con tracks de distintos artistas al momento de su ejecución, es decir, puede variar en cada espectáculo.













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